Cuando me gustabas, me quedé loca: Tu sonrisa era para mí la perfección. No veía otra cosa más allá, veía la perfección de tu sonrisa y tu simpatía siempre presentes. Yo era una soñadora en ese momento, pensaba en lo lindo que eras. Era un amor común, como le pasa a cualquiera.
Pero cuando ví la realidad, me puse mal, porque yo pensé que eras sólo mío. Nunca fuiste mío, pero mi corazón pensaba que sí. Sólo hablábamos pocas veces, y eran unas simples miradas las que cruzábamos. Yo les daba ese doble sentido.
Cuando la realidad dijo: "Él no es sólo esa sonrisa y ese cuerpo, hay otras cosas", caí en la cuenta de que nunca te conocí. Vos eras una persona común y corriente, sólo que yo te veía de otra forma durante esos tiempos. Pero vos no me veías de otra forma, me veías como "la chica que se sienta en frente mío, con la que no me hablo". Y tuviste razón. Yo no me acerqué, pero alguien sí lo hizo, y destruyó mi secreto.
A partir de allí comencé a ser más precavida con mis acciones. Al conocer tu forma de actuar, me di cuenta de que mi corazón estaba equivocado una vez más. Repito: es un amor común, no pasó nada. Es el amor que yo le tuve a él, no que él me tuvo a mí. Pero sigo diciendo: Tu sonrisa es la más linda y perfecta que haya visto. Y agrego: para mí, sos el chico más lindo que conocí.
Fin.
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